EFFETÁ EN SANT MARTI

Los retiros de Effetá son retiros de jóvenes para jóvenes. Los llevan ellos, aunque hay un sacerdote que está acompañando y que se pone a su disposición por si lo necesitan. También hay un pequeño grupo de adultos que apenas intervienen pero que tienen una labor muy importante, porque cuando un joven se abre y enfrenta a su vida, necesita un referente y ese referente es un adulto, que le puede dar su sabiduría y su experiencia.

¿A quién van dirigidos estos retiros?

A todos los jóvenes de todos los grupos sociales, con fe o sin fe, tal como estén. Es un encuentro en el que recibes muchísimo amor, porque Dios es amor, algo que quizá sabemos con la cabeza pero que quizá no hemos asimilado bien. El joven tiene mucha sed y busca calmar esa sed en lo que tiene alrededor, y ahí es donde tenemos que estar.

¿Qué sucede durante ese fin de semana?

Es un retiro  vivencial y testimonial con muchas dinámicas que le llevan al joven a tener un encuentro con Dios a través de los demás. En ese fin de semana, el joven entra y se detiene, escucha muchísimo, y se empieza a abrir a conocer. Se puede llegar a aceptar como es, o empezar a hacerlo. Recibe mucho amor y puede llegar a perdonarse a sí mismo, y a perdonar a otros. Es un encuentro con un Dios vivo, que te acepta como eres y tiene un plan para ti. Muchos que han hecho el retiro acaban diciendo: «Mi vida ha cambiado»

¿Y qué pasa después, qué continuidad tiene?

El retiro es promovido por las parroquias o otros grupos diocesanos y son ellos los que acompañan ofreciendo en una primera instancia reuniones semanales y la posibilidad de crecimiento dentro de la parroquia. En el retiro los jóvenes experimentan algo muy fuerte, pero no se puede quedar en un mero sentimiento, por eso es muy importante el acompañar. Les ofrecemos la posibilidad de participar en estas reuniones semanales, coordinados por los jóvenes y el sacerdote, sobre temas de formación, testimonios, dinámicas, adoración, voluntariado… Se crea así una comunidad, un grupo de amigos, porque vivir la fe en solitario es muy difícil. No es algo obligatorio, sino que lo importante es que ellos vuelvan a reinsertarse en la Iglesia, estén donde estén. Effetá es un medio, es un trampolín.